Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Paula, de 29 años, que nos escribe desde Puente Piedra.

Querida doctora Magaly, le escribo con el corazón roto y muy confundido. Hace unos meses empecé a salir con Luciano, un compañero de trabajo que me encantaba. Todo fluía de maravilla entre nosotros, sentía que finalmente había encontrado el amor que me había sido muy esquivo por tanto tiempo. Risas, cafés y promesas llenaban mis días, haciéndome creer en un futuro juntos.

Sin embargo, mi ilusión se derrumbó cuando descubrí que él tiene un hijo pequeño. Es un niño de apenas 4 años del que nunca me mencionó ni una sola palabra. Me siento engañada porque ocultó una parte fundamental de su vida todo el tiempo. No entiendo por qué prefirió callar algo tan importante mientras nos conocíamos.

Ahora la rabia me consume al pensar en todas las veces que pudimos ser francos y él prefirió guardar silencio. Siento que la confianza se ha quebrado antes de empezar algo realmente formal. Él intenta justificarse diciendo que recién nos estamos conociendo, pero yo solo puedo ver esa omisión como una gran mentira. Me duele aceptar que el hombre que idealicé no fue totalmente honesto conmigo.

No sé si deba darle una oportunidad o simplemente terminar con esto de una vez. Tengo miedo de que sigan apareciendo secretos que no pueda perdonar después. Aún lo quiero, pero la sombra de su silencio me impide verlo con los mismos ojos. ¿Debería seguir intentándolo o es mejor alejarme para proteger mi propia paz?

CONSEJO

Querida Paula, es comprensible tu indignación ante la falta de sinceridad. La base de toda relación sólida es la confianza, y ocultar un hijo es una omisión grave que altera cualquier expectativa. Habla con Luciano seriamente sobre sus motivos para callar y evalúa si puedes volver a confiar en su palabra. Si sientes que la mentira es un muro insuperable, prioriza tu tranquilidad emocional. Suerte.