Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Carolina, de 38 años, que vive en Chorrillos:

Doctora Moro, me encuentro atravesando por una situación bastante incómoda con mi reciente pareja.

Anuel y yo tenemos seis meses de enamorados, pero siento como si fueran 10 años de relación y no necesariamente porque me siento feliz a su lado, por el contrario, sino porque durante este tiempo a su lado se me ha hecho eterno por lo difícil que es él como persona.

Debo reconocer que mi novio jamás me mostró otra personalidad, porque siempre se portó tal y como es ahora; no obstante, yo tuve la esperanza de cambiarlo. Incluso, me emocionaba saber que podría sacarlo de ese aislamiento en el que siempre se encontraba.

Él es un chico huraño, solitario y callado. Su misterio me atraía. Y, aunque fui yo la que se acercó para iniciar una amistad, siempre supe que estaba enamorado de mí. Todo el tiempo me miraba y me sonreía, aunque no dijera palabra alguna.

Los primeros meses de la relación eran mágicos. Salíamos a diario y todo era risa, pero apenas quise integrarlo a mi grupo de amigos o familia, empezó el calvario. Anuel es extremadamente antisocial y eso me hace sentir muy mal.

Yo no le pido que sea el más amigable, pero siempre quiere que solo seamos él y yo. Mi enamorado desconfía de todos, no le gustan los lugares con mucha gente, no quiere conocer personas nuevas y no interactúa ni con sus propios parientes. ¿Qué hago, doctora?

CONSEJO

Estimada Carolina, si me comentas que Anuel jamás mostró una personalidad diferente, entonces debes respetar su forma de ser. Además, no puedes obligarlo a cambiar o que se integre a las actividades a las que estás acostumbrada. Si hay un verdadero amor, lo que si pueden hacer es llegar a un acuerdo en el que ambos se sientan cómodos. La comunicación es clave.