Caso del corazón
Caso del corazón

Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Vivian, de 35 años, que nos escribe desde Jesús María.

Doctora Magaly Moro, necesito su ayuda porque siento que mi matrimonio enfrenta una crisis por culpa de los trabajos que tenemos ambos, y quisiera su consejo para superar esta etapa.

Mi esposo es médico y prácticamente vive en el hospital. Tiene consultas por las mañanas o tardes y algunos días atiende emergencias médicas de madrugada. Y yo, aunque tengo un horario fijo, prácticamente no lo veo.

Lo que al principio parecía un sacrificio por el bien de nuestra economía, ahora nos está alejando más de lo que imaginamos. Incluso siento que mi esposo Ricardo ya no forma parte de mi día a día, lo que me entristece. Parece que tengo un inquilino en vez de una pareja.

Lo peor es que cuando hay un espacio mínimo de estar juntos, los dos estamos cansados y ni salimos o hacemos algo distinto. Solo la pasamos en casa durmiendo o viendo unos minutos la televisión. Por eso, los momentos que pasamos juntos son casi inexistentes.

Yo siento que esta situación está impactando en la chispa de nuestro amor. Le conté lo que pienso, pero me dijo que no ve una salida para cambiar la situación pues ambos debemos trabajar por los gastos que tenemos.

Lo que yo necesito, doctora, es tiempo con mi esposo. Siento que si nuestra rutina no cambia, podríamos terminar en un matrimonio fallido. Estoy cansada de que seamos prácticamente extraños bajo el mismo techo. ¿Qué nos recomienda hacer, doctora?

CONSEJO

Querida Vivian, entiendo la frustración que sientes por la falta de tiempo de calidad con tu esposo. Si se les complica mucho apostar por un cambio de trabajo, les recomiendo primero conversar sobre lo que sienten de esta situación y comprometerse a que el poco tiempo que tengan juntos hagan alguna actividad distinta. Quizá una cena fuera o una caminata. No se queden en casa.