Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Amalia de 37 años, de San Juan de Lurigancho:

Amalia (37 años, San Juan de Lurigancho). Doctora Magaly, estoy furiosa con mi enamorado. He tolerado muchas cosas, pero ya no puedo más. José está obsesionado con Alejandra Baigorria, la chica de reality. Desde que comenzamos, me dijo que le gustaba físicamente, y aunque al principio no me molestaba, últimamente se ha vuelto algo constante.

Todo comenzó cuando la mamá de Alejandra protagonizó un incidente en una pollería. José empezó a estar aún más pendiente de ella, comentando sus fotos y diciéndole cosas como que pronto encontrará la felicidad que merece, que es un “partidazo” y que cualquier hombre desearía estar con ella. Ahora le escribe casi a diario.

La gota que colmó el vaso fue hace una semana, cuando José me dijo que iba a averiguar dónde vivía Alejandra para enviarle un peluche con el mensaje: “Te admiro. Sé fuerte”. Me pareció una falta de respeto hacia mí, ya que nunca ha hecho un gesto similar conmigo. Le dije que si lo hacía, lo tomaría como una humillación.

Él me respondió que estaba exagerando y que no enviaría nada por ahora, pero que si veía a Alejandra triste, lo haría para “animarla”. Doctora, no sé qué hacer. ¿Cómo puedo hacer que José deje de obsesionarse con ella y se concentre en nuestra relación?

CONSEJO

Querida Amalia, es importante que hables con José de forma clara sobre cómo te sientes respecto a su obsesión por Alejandra. Explícale que, aunque entiendes su admiración por ella, su comportamiento está afectando tu relación. Establece límites saludables, y si no está dispuesto a cambiar, deberías reconsiderar si estar a su lado es lo que realmente quieres.