Valeria (30 años, Los Olivos). Doctora Moro, ya no aguanto más esta situación. Mi novio y yo discutimos constantemente, y siento que nuestra relación está al borde de romperse. Le cuento. Álvaro cuida mucho su apariencia personal. Siempre está impecable, bien vestido y con un perfume que usa diariamente, cuidando hasta el último detalle. Además, utiliza maquillaje: corrector para cubrir las ojeras, base para emparejar el tono de su rostro y cuello, y cremas antiarrugas para mantener la piel tersa.

No me molesta que se preocupe por su aspecto, pero me parece que exagera porque no pasa ni un solo día sin usar cremas o maquillaje. Recientemente, incluso comenzó a usar lápiz para cejas, argumentando que se ven despobladas y que eso le hace lucir menos atractivo. El verdadero problema es que, en varias ocasiones, cuando se queda sin sus productos, recurre a los míos. Ha usado mis cremas nuevas y mi maquillaje sin consultarme. Cuando le reclamo, me dice que es algo momentáneo y que después me repondrá lo que tomó, pero nunca lo hace.

Esto ha sido motivo de constantes discusiones. Yo le reclamo que exagera con sus cuidados y su actitud al no respetar mis cosas, pero él me responde que así lo conocí y que debería aceptarlo tal como es. Incluso asegura que mis quejas no tienen fundamento y que, en realidad, se deben a mi miedo de que otras mujeres lo encuentren atractivo por su apariencia.

Doctora, eso no tiene sentido. Mi problema no es su cuidado personal, sino que lleva esto al extremo y no respeta mis cosas ni cumple su palabra. ¿Qué podemos hacer para resolver este conflicto?

CONSEJO

Estimada Valeria, es importante expresar tus sentimientos con calma y claridad. Habla con Álvaro sobre cómo su conducta afecta la relación y establece límites respecto a tus productos. Refuérzale que no te molesta que se cuide, pero que la falta de consideración y el incumplimiento de sus promesas deben cambiar. La comunicación es clave.