Por ocultar pruebas del crimen de su madre Myriam Fefer Selleres, el titular del 17º Juzgado Penal de Lima, Alfonso Payano Barona, ordenó la detención de la hija de la citada empresaria, Eva Bracamonte Fefer, quien ha negado hasta las lágrimas su participación en el homicidio ocurrido el 15 de agosto de 2006.
La drástica decisión del magistrado también alcanzó a Liliana Castro Mannarelli, ex pareja sentimental de Eva, acusada por el Ministerio Público de ser la cómplice del crimen por lucro, y a Hugo Trujillo Ospina, sicario de nacionalidad colombiana sobre quien ya pesa un pedido de extradición por su autoría material en este caso.
Ambas jóvenes, Eva y Liliana, viven juntas en la casa de la calle Paul Harris 215, en San Isidro, donde fue asesinada Myriam Fefer, y allí recibieron la noticia de su captura por parte de su abogado Julio Rodríguez.
Ambas irían al pabellón de prevención del penal Santa Mónica de Chorrillos, donde actualmente se encuentra la cantante Abencia Meza, acusada por el asesinato de su ex pareja, la también artista folclórica Alicia Delgado.
En versión del propio abogado Rodríguez, la confirmación de la detención destrozó anímicamente a Eva Bracamonte, cuyo paradero hasta la tarde de ayer era desconocido.
Por otro lado, y como parte de la apertura del proceso penal, el Poder Judicial también ordenó el embargo preventivo de los bienes de Eva Bracamonte Fefer y de Liliana Castro Mannarelli por una suma de hasta 500 mil soles, y levantó el secreto bancario y de las telecomunicaciones de ambas.
Se ordena levantar el secreto bancario de los procesados y el secreto de las comunicaciones de 71 líneas telefónicas, entre fijos y móviles. Asimismo, se autoriza a la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) de la Policía Nacional para recoger el reporte pormenorizado de correos electrónicos de los procesados, indica la resolución.
Sobre este último punto, demandó a las autoridades pertinentes recoger el testimonio de la ciudadana colombiana Gloria María Venegas, presunta suegra del sicario colombiano Alejandro o Hugo Trujillo Ospina, considerado por la Fiscalía como la persona que ahorcó a Myriam Fefer.
En su dictamen, el juez Payano es extenso en indicar que durante todas las investigaciones, tanto Eva Bracamonte como Liliana Castro mostraron una conducta evasiva.
Eva Bracamonte ocultó que había recibido una llamada telefónica el día del crimen y Liliana Castro ocultó la transferencia de acciones valorizadas en 640 mil dólares, a su favor, de la empresa Sideral.