El suboficial FAP Arturo Muñoz Guevara nunca podrá olvidar la tensión que vivió la tarde del pasado 3 de setiembre, cuando el helicóptero en el que se trasladaba para rescatar a heridos en Sinaycocha, zona ubicada en el valle de los ríos Apurímac y Ene (Vrae), fue atacado a tiros por una columna narcoterrorista. Fue la primera vez que vio la muerte tan cerca.
Aún nervioso y conmovido por los duros momentos que tuvo que afrontar, Arturo no dejó de mencionar la valentía y el coraje del mayor FAP Angel Vejarano Pacheco, pues dijo que él hizo todo lo posible por mantener el helicóptero en vuelo.
Era un hombre con temple, nos orientaba y daba valor necesario para enfrentarnos a todo, nos alentaba todo el tiempo. A pesar de los momentos difíciles él se mostraba optimista, amaba su trabajo, le encantaba volar y nos hacía vivir nuestra profesión al máximo, fue un profesional destacado del cual aprendí mucho, sostuvo.