El Callao tiene rostro salsero
El Callao tiene rostro salsero

En las calles chalacas no solo se ven policías a cada hora, a cada minuto, luego de una nueva ampliación del estado de emergencia. Ahora, las paredes del Callao, de barrios bravos como Atahualpa y Venezuela, son los lienzos que, a punta de trazos y colores, los artistas urbanos buscan mostrar un rostro nuevo del primer puerto, alejado del balazo, del asesinato, de la violencia desatada por el crimen organizado.

Alexis Villanueva Puente (33), conocido como “Salsa”, es uno de los promotores de este movimiento que usa aerógrafos como armas para manchar de arte los muros y la vida en el Callao. Con más de diez años retratando a los grandes salseros, busca que la mística de la música, la preferida de los chalacos, rompa las barreras de odio.

“Hacer el mural en la calle requiere la ayuda de los mismos jóvenes y gente del barrio, porque este es un compromiso que tienen para que su barrio se vea mejor. En vez de una pared deteriorada, de un anuncio político, tener la imagen de alguien que representa la música, la cultura, el buen mensaje que tienen los salseros en sus canciones”, comenta Villanueva, mientras mira a sus cantantes favoritos retratados en la esquina de la cuadra 3 del jirón Atahualpa, una de sus obras más conocidas.

esquina de “salsa”. Héctor Lavoe, Frankie Ruiz, Tito Puente y Celia Cruz. Gigantes de la salsa. Todos ellos fueron pintados por Alexis en 2001, por encargo de los vecinos del barrio de Atahualpa.

“Yo vine contratado por la gente para pintar a Héctor (Lavoe), como lo hice en Puerto Nuevo en el 96, pero luego vinieron los otros salseros y estos murales se convirtieron en un referente. Los grupos de salsa vienen a tocar aquí”, cuenta Villanueva, quien nunca deja de responder los saludos de los transeúntes, a pie o en carro, de esta zona considerada como una de los más peligrosas del Callao.

A pesar del orgullo de los vecinos de ver a sus ídolos grabados con maestría en sus paredes, las autoridades municipales llegaron a borrarlos en 2008.

“De repente, el ver una falta de criterio de la autoridad, a la hora de actuar frente a una realidad plasmada en las paredes, me hizo sentir mayor necesidad de seguir plasmándola para que la comunicación llegue a ser directa y cierta”, dice.

cuna blanca. Los chalacos tienen como tradición despedir a sus difuntos con la canción “Cuna blanca” del salsero puertorriqueño Raphy Leavit: “Miren dónde va / volando se ha ido / aquel viejo amigo / a la Virgen fue a adorar”, son las primeras palabras que entonan en los entierros.

Ahora, “Salsa” los retrata en los murales, lo que se ha convertido en un homenaje a los caídos de los tiempos difíciles en el Callao.

Si bien el artista tiene mucho cuidado al hablar de este trabajo, resalta que también es una manera, sobre todo novedosa, de integrar las familias a la comunidad. Así, el arte se abre paso en las duras calles chalacas.