Más policías ligados a la red criminal que opera en la región Áncash siguen enquistados en la institución policial. Según un informe de Inteligencia, por lo menos 10 malos policías de Chimbote ayudaron a no ser capturado durante 4 años al temible sicario Rubén Moreno Olivo Goro, acusado de ejecutar el primer atentado contra Ezequiel Nolasco.
El documento revela que altos mandos policiales conocían el paradero de Goro, considerado el brazo sangriento de la organización criminal liderada por César Alvarez, y nunca dieron la orden para capturarlo.
El informe N.-658-2010 evidencia que Goro habría desembolsado fuertes sumas de dinero para cerrarles la boca y asegurar su ayuda para evitar su detención.
Tras el primer atentado contra Nolasco en 2010, Goro permaneció en la clandestinidad. Pero todos sus movimientos eran minuciosamente conocidos por los altos mandos policiales de este puerto. Se sabía que se movilizaba en dos vehículos con lunas polarizadas y se escondía en ranchos levantados en las invasiones. También que salía de su casa por las madrugadas acompañado de los delincuentes Viejo Juan, Rocotín, Huachi y Danny Caracha.
La PNP no pudo capturarlo por más de 4 años porque estaba silenciada con plata.
Así, los policías le informaban a Goro sobre los operativos que se iban a ejecutar en Chimbote; también le servían de campana y hasta elaboraban informes falsos de su paradero.
Increíblemente estos malos policías siguen trabajando en la Seincri y otros cargos.
Sin embargo, ya estarían en la nueva lista de los que serán detenidos próximamente.
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"Goro" tenía comprada a Policía