Aunque habló primero de una pedrada, el ministro del Interior, José Pérez Guadalupe, reconoció ayer que el agricultor Ramón Colque Vilca (54) murió el viernes por el impacto de un disparo de bala, aunque deslindó con toda responsabilidad porque, según él, se utilizó un proyectil que no es de los utilizados por la Policía Nacional.
“Lo que yo afirmé el viernes que era una primera impresión (una pedrada), pero ayer... salió la necropsia y se encontró el perdigón revestido de cobre, munición que no es utilizada por la Policía”, recalcó.


Explicó que el fallecido durante las protestas antimineras en Islay (Arequipa), cuando pretendían bloquear el puente Pampa Blanca, en la Carretera Panamericana Sur, recibió un perdigón y no una bala perdida de la Policía Nacional.


Pérez reclamó a los medios a “no especular” sobre este caso para evitar una reacción de la población. Confirmó que en las últimas horas se detuvo a 12 personas por cobrar cupos en vías bloqueadas y cometer actos de violencia en Arequipa en plena vigencia del estado de emergencia.