Para festejar el Día Mundial del Folclore, los internos del penal del Callao (ex Sarita Colonia) bailaron al ritmo de la música peruana y prepararon diversos platos típicos del país. Sin embargo, estas actividades no solo fueron desarrolladas por peruanos, sino también por extranjeros, quienes en su mayoría se encuentran recluidos por tráfico ilícito de drogas.
En esta ocasión, las manos del colombiano Alejandro Camargo hicieron una deliciosa Pachamanca, uno de las comidas que aprendió a cocinar un año después de que ingresó a la cárcel, en 2008. “He conocido aquí los secretos de la comida peruana y también, junto a mis compañeros, hemos fusionado platos peruanos y colombianos”, contó.
Así como Camargo, otros presos mostraron sus dotes culinarios preparando platillos de la costa, sierra y selva, en el festival denominado “Todas las sangres”. Además, aprovecharon la actividad para pedirle al Gobierno peruano que haya mayor celeridad en los pedidos que realizan para ser expulsados o trasladados a sus países.
Edwin Zapara Restrepo, por ejemplo, lleva dos años esperando recibir la autorización del Ministerio de Justicia para ser expulsado a su país, Colombia. Asimismo, Jhon Velásquez Escarpeto señaló que no puede acceder a estos beneficios pues lleva más de 40 meses recluido sin una sentencia.