Historias de lucha y superación. Lejos de la violencia en Siria, dos ciudadanos de ese país dejaron de lado el miedo y desde hace un tiempo triunfan con la venta de shawarma en la capital de nuestro país. Los testimonios de vida de Fadi y Bahnas fueron recogidos por la web Infobae.
"Decidí huir. No tenía otra alternativa", cuenta Fadi, un joven de 27 años que participó de las marchas en contra del gobierno de Bashar Al-Assad en el 2010. Vio morir a sus amigos y decidió que tenía que tomar una opción. Era tomar las armas o irse lejos. Optó por lo segundo. "Con eso no digo que los rebeldes sean mala gente. Al contrario, ellos están dispuestos a recibir armamento de otros países para defender a los suyos. Decidí huir. No tenía otra alternativa".
Ahora Fadi vende las comidas callejeras de su tierra, shawarma y falafel, para salir adelante, y los fines de semana trabaja en un restaurante en Miraflores. Con su empresa “Arabesco” de servicio de comida, Fadi intenta mantener a su familia recién llegada de Siria. Vive en Magdalena y cada vez se le hace menos extraña esta ciudad.
¿Cómo llegó al Perú? Primero estuvo en Europa y luego decidió llegar a Sudamérica con la ayuda de una amiga. "Tenía una amiga peruana y ella me apoyó. Mandé mi pasaporte a Egipto y luego de un tiempo mis papeles estuvieron listos. Empecé a viajar. Finalmente llegué aquí y viví con su familia. Fueron muy amables conmigo", dijo
"Al inicio, no tenía intención de quedarme en Perú porque pensé que las cosas en mi país podían mejorar y regresaría. Pero todo se complicó. Así que pedí refugio aquí”, agrega.
"Tuve que aprender el español. Ese fue mi primer y gran problema. La ley peruana es buena, pero lamentablemente no hay suficiente ayuda para los refugiados. Tengo casi 4 años aquí y siento que las puertas están cerradas. Conseguir trabajo es complicado. Mis amigos refugiados que están aquí, la mayoría profesionales, la están pasando muy mal. Cuando se enteraron todos del drama en mi país, varias naciones empezaron a recibir refugiados. Acá en Perú, sucedió lo mismo. Pero lamentablemente solo fue una moda. Me pregunto si a nivel mundial recién van a recibir más refugiados cuando mueran todos. No somos terroristas".
La historia de Bahnas "¿Cuál es la diferencia entre el Estado Islámico, que está cortando cabezas, y los países que no permiten ingresar a los niños o a las familias que quieren escapar de la guerra?" dice Bahnas desde un parque de Jesús María. Con 41 años es dueño de Shawarma Habiba, un restaurante árabe ubicado en Pueblo Libre, en el que sus dulces, el baklawa de pecana y el mammul de pistacho, son los favoritos.
Llegó a Lima hace 8 años y actualmente vive en El Agustino con su hijo y a la espera de traer al resto de su familia al país. Es muy complicado. Él tampocoha logrado obtener el status de refugiado, aunque no puede regresar a su país. Es muy crítico con las políticas de refugiados a nivel mundial.
"Los trámites para pedir visa son muy difíciles. Es como si estuviéramos yendo a la luna. Puedes pasar la solicitud y esperas hasta cuatro meses. Y sólo puedes tener la condición de refugiado cuando llegas al país ¿Sabes por qué todos quieren llegar a Alemania? Porque allá tienen dónde comer, dónde dormir, les enseñan el idioma, les dan trabajo. Tienen muchos beneficios. Es por eso que los refugiados no quieren ir a cualquier país. Todos quieren ir a Alemania".
"Mi hermana actualmente es empleada pública. Gana el equivalente a 500 dólares al mes. Pero ahora todo su sueldo es un estimado de 20 dólares. Hay más pobreza. Compra una bolsa de pecanas y allí se acabó su remuneración",explica.
Refugiados tienen tres veces más riesgo de sufrir trastornos psicóticos
Dinamarca cierra puertas a refugiados y encima les quitará su dinero
Israel: ONU no tiene en cuenta realidad del Golán y queda con nosotros