El hijo del alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos José Burgos Horna, habría sido asesinado en medio de la guerra que sostienen las bandas rivales de Papico y Chicharrón, según las primeras investigaciones policiales.
Un agente reveló que el sábado por la mañana, Enrique Burgos Gonzales (25), su primo Jercer Emilio Cabanillas Burgos (26) y Roberto Carlos Casimiro Ángeles (27), junto a tres chicas, entre ellas la enamorada del occiso, habían acudido a la zona de Jicamarca, para reunirse junto a otro dos sujetos pertenecientes a la banda de Papico para hacer un trabajito, que consistía en apoderarse de varios terrenos de la zona.
Estuvimos hasta altas horas de la noche. Luego bajamos a la discoteca Perikos para relajarnos. En el camino, Enrique se percató que alguien lo seguía, pero no le dimos importancia, confirmó una de las jóvenes a la policía.
Agentes policiales a cargo de las investigaciones revelaron que el hijo del burgomaestre estaría involucrado con la banda del fallecido Herminio Patrick Blas Estrella (35) Papico, y que ambos habrían planeado asesinar a Walter Luis Falla Rivera, miembro de la banda del prontuariado delincuente Juan Rayos Céspedes Chicharrón, también asesinado.
Además se dio a conocer que Enrique Burgos Gonzales era muy amigo del fallecido Miguel Ramón Aguirre Doctor Cuba, quien fue asesinado a balazos en enero de este año en San Juan de Lurigancho, al parecer, por sicarios de la banda de Chicharrón.
Se tiene información que el fallecido Doctor Cuba habría mandado a matar a Chicharrón y que esta banda estaría eliminando a todos los integrantes de la banda rival por el cruel asesinato de su líder.
Los asesinatos en San Juan de Lurigancho empezaron con la muerte de Herminio Patrick Blas Estrella (35) Papico, quien fue encontrado calcinado y con un impacto de bala en la cabeza en un descampado, en Huachipa.
Guerra total
Desde ese entonces, ambas bandas han ingresado a una guerra total. En enero de este año, los secuaces de Papico cobraron su mayor venganza asesinando a Juan Rayos Céspedes Chicharrón.
Hace años, ambos delincuentes pertenecían a la peligrosa banda Los malditos de Bayóvar. Juntos cometieron grandes robos y asesinatos. Hasta estuvieron involucrados en la muerte de un sereno de la Municipalidad de San Juan de Lurigancho.
El último trabajito que realizaron juntos fue el robo de 80 mil soles al grifo de la empresa de Transportes Huáscar y a tres policías, ocurrido el mes de agosto del año pasado, en San Juan de Lurigancho. La policía informó que ambos delincuentes se separaron de los Malditos de Bayóvar, porque querían tener el predominio en la zona de San Juan de Lurigancho, para cometer grandes crímenes y extorsionar a los empresarios.