Aunque la contratista Lamsac asegura que los trabajos del proyecto Línea Amarilla ya culminaron, aún continúan los graves daños ocasionados en viviendas aledañas, algunas a punto de caer.
Héctor Padilla relató que, desde hace un año, las vibraciones y la maquinaria pesada provocaron que su vivienda, ubicada en la avenida Del Trabajo, se incline a un lado y, actualmente, repose sobre la casa aledaña. Para evitar que ambos inmuebles se vengan abajo, los vecinos de Héctor Padilla tuvieron que colocar tres muros de contención.
Pero no es el único caso, Elizabeth Castro, dueña de otro predio, mostró su puerta desencajada y comentó que en más de una ocasión reventaron los vidrios.
Mientras que Félix Vega señala las rajaduras, que el mismo tapa constantemente con masilla, al interior de su hogar construido apenas hace cinco años.
ZONAS.
Ellos son habitantes de algunas de las 300 viviendas de las zonas Primero de mayo y Dos de Mayo, en el Cercado de Lima.Los vecinos de estas comunidades afectadas temen por su seguridad y exigen que la empresa Lamsac cumpla los compromisos que asumió con ellos, los que incluyen también construir pistas y veredas.
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