¡Qué tal! Qué bien le hace El tipo es un pan de Dios. Gianluca está encajando los goles que Paolo Guerrero no puede por estar lesionado, pero también ha traído consigo dos elementos que no se compran en la botica de la esquina: alegría y lealtad, tan indispensables en estos tiempos de pandemia y mucha sinvergüencería.

Es una rara avis que vino volando desde los Alpes italianos hasta los Andes peruanos, llamado no por un “otorongo”, no; sino por un “Tigre”, el felino DT Ricardo Gareca, y hoy la patria deportiva vive una Lapadulamanía que puede alcanzar su máxima expresión si esta tarde el “Bambino” y compañía alargan la racha ganadora bajando de su nube al anfitrión, el poderoso Brasil.

Cantado está que la “muerte” es solo la suerte con una letra cambiada.

¿Lo han visto y escuchado cantar el sagrado Himno Nacional? Es como si, en el año del Bicentenario, alguna fuerza superior hubiese sido el puente para la llegada de este precursor del amor por los colores nacionales y la proclamación del juego democrático en pos de la trascendencia internacional por la voluntad general de los pueblos. Además, Gareca tampoco plantearía una estrategia extremista, cerrada y lesiva al “chocolate”. ¿Verdad? “Lapagol” siempre tiene un accionar y lenguaje políticamente correctos.

“Agradezco a Paolo por dejarme usar su camiseta, él es el goleador histórico”, dijo luego de su doblete frente a Paraguay, denotando respeto por el descanso del Guerrero. ¿Esos gestos de desprendimiento se ven en nuestra política? Casi nunca.

A propósito, ¿cómo va la transición gubernamental, al aproximarse el 28 de julio? En nada, porque aún no hay ganador del balotaje y los candidatos están que se arrancan los ojos por el poder, frente a un árbitro que no sabe qué tarjeta sacar del bolsillo. Al VAR le ha tomado poca importancia.

Mientras tanto, que San Lapadula siga con sus milagros. Ganarle a Brasil de Neymar y tocar la gloria en la Copa América sería el mejor regalo de fiestas patrias para nuestro sufrido país. Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, cuídense, hasta mañana.

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