Luego de la batahola que hemos vivido producto de los casos de corrupción a todo nivel, cuando el presidente anunció que entregarán 200 millones de soles a los 1,874 alcaldes para que compren y repartan víveres a las personas que no son beneficiadas con los bonos de S/380, dijimos: “Uy, curuju, la canción”.

Y es que aun subyace, en el imaginario colectivo, la sospecha de que el virus de la corruptela está vivito y coleando y que resulta demasiado peligroso, para los fines de ayudar a la población vulnerable, poner en manos de los burgomaestres tamaña cantidad de dinero, que sale de los bolsillos de todos nosotros.

Bueno, pues, hay que darles el beneficio de la duda, pero eso sí, al que juegue con el hambre de la gente en estos momentos difíciles, que le caiga todo el peso de la ley. Una acción delincuencial de esta naturaleza sería como aliarse con el mortal y sacarle la vuelta a la confianza del propio Gobierno, que tano esfuerzo hace para parar la pandemia, que ya suma 30 muertes y 1065 personas infectadas.

Nos desanima roches como el que pasa el alcalde de Barranco, José Rodríguez, luego de ser ampayado ingresando donaciones a su domicilio.

Se tenía que decir y se dijo, #QuédateEnCasa y respeta la vida.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.