Insertarse en una vida saludable no se logra si la mente no se cuida y eso está relacionado con un sueño de calidad, con un buen manejo del estrés y con participar de actividades recreativas y sociales.
Durante el sueño ocurren muchos procesos de reparación y diversas hormonas se activan, como la hormona del crecimiento o aquellas que regulan el apetito. Una mala calidad de sueño o dormir menos horas de lo necesario afecta la memoria, el nivel de atención, el carácter y la sensación de vitalidad durante el día.
El estrés, por su parte, en la medida que nos permita ser productivos puede ser positivo. Pero niveles de estrés que alteran el comportamiento requieren atención profesional para evitar que escale a cuadros ansiosos o alteraciones del ánimo.
Finalmente, una de las mejores estrategias para mitigar el estrés son actividades como el juego, el paseo, la lectura o tantas otras que se disfruten. Asimismo, participar de reuniones sociales con amigos donde se hable de temas diversos de manera que descargue la mente y la enriquezca.
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