Qué tal.
Qué pena que uno de los llamados clubes grandes del balompié peruano, Alianza Lima, con una hinchada que según dicen es la mitad más uno del país, esté inmerso en un tremendo problema judicial sobre la infraestructura que utiliza.
El grupo religioso El Aposento Alto, cuyo pastor es un seguidor de Keiko Fujimori, afirma haber comprado la explanada del estadio Alejandro Villanueva y la madrugada de ayer irrumpió en el recinto para hacerla suya.
Los blanquiazules, ni cortos ni perezosos, llegaron a defender su templo y se armó la pelea. Felizmente la Policía rápidamente puso orden. La verdad de la milanesa es que los expresidentes del club íntimo tienen mucha culpa en esta situación porque siempre lo manejaron como un club chico.
Si los potrillos resucitaran se volverían a morir al ver que gran Parte de Matute está a punto de pasar a otras manos y que la institución por la que dieron la vida quedaría reducida a su mínima expresión. Se habla de que allí se levantaría otra sede de la Iglesia Cristiana Mundial El Aposento Alto.
En las redes leemos que los fanáticos de Universitario se burlan del clásico rival. Olvidan que ellos también tienen problemas con el estadio Monumental ya que no termina de pertenecerles.
Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.
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