Qué tal.

Luis Bedoya Reyes, el jefe histórico del Partido Popular Cristiano, acaba de cumplir 99 años y muchos ya quisiéramos tener su lucidez y vitalidad.

En tiempos en que la política da pena a todo nivel, líderes como el “Tucán”, para muchos el mejor alcalde que ha tenido Lima, se hacen imprescindibles.

Alberto Beingolea, actual presidente del PPC, lo define como un “ejemplo de vida”, resaltando que todo lo que hizo fue “con dignidad, decencia y distinción”, valores que no se compran en cualquier supermercado y que, por ejemplo, varios congresistas no los conocen.

O sea que Bedoya Reyes se acerca al siglo de vida y eso tiene su explicación: buena madera, ejercicios, comida sana y vida reposada.

Cuentan que cuando cumplió 80 años exclamó: “Oigan, vean, todavía soplo”. Han pasado 19 años y su fortaleza es extraordinaria, matizada con una picardía sin igual.

Todo perfectamente sincronizado con una cultivación del alma y del espíritu. Me animaría a decir que tiene una mejor lectura de la realidad que cualquiera de los personajes mediáticos que a diario desfilan por la caja boba.

Postuló dos veces a la Presidencia de la República y, la verdad, con todo los escándalos que hemos visto en Palacio, el pueblo peruano está en deuda con Luis Bedoya Reyes. 

Postuló dos veces a la Presidencia de la República y, la verdad, con todo los escándalos que hemos visto en Palacio, el pueblo peruano está en deuda con Luis Bedoya Reyes.