Hablar de estos temas, aun cuando son técnicos, nos permite entender cómo funciona nuestro cuerpo a nivel molecular.
Los ritmos circadianos engloban todos los cambios mentales, físicos y conductuales que ocurren cada 24 horas y que suelen, por lo general, ser estimulados por la luz y la oscuridad, como es el caso de dormir durante la noche y estar despierto durante el día o la oscilación de la energía a lo largo del día y que varía en las etapas de la vida.
Los relojes biológicos, a su vez, regulan los ritmos circadianos. Casi todos los órganos y tejidos tienen un reloj biológico pero, a diferencia de las manecillas de reloj que marcan el tiempo, son proteínas que interactúan a nivel celular.
Todo esto tiene como una suerte de efecto dominó: el reloj biológico se activa y deriva una serie de respuestas conformando cada ritmo circadiano. Estos ritmos afectan la liberación de hormonas, la alimentación y la temperatura corporal. Por ello, es aconsejo respetar los horarios que cuidan la salud.
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