Muy bien le dijo el presidente del Congreso, José Williams, al mandatario Pedro Castillo y sus ministros, que la inseguridad ciudadana se combate con una buena gestión y no necesariamente con leyes.

Efectivamente, leyes hay de sobra y lo que urge es tener buenos planes de prevención y lucha contra la delincuencia. Mientras el gobierno viaja por todo el país para supuestamente ver las necesidades del pueblo, el hampa gana más terreno.

Asesinatos, secuestros, extorsiones, asaltos a mano armada, cogoteos, robos a casas, robos de vehículos y de celulares, entre otros delitos, son pan de cada día.

Son hechos reales que la ciudadanía padece en Lima y provincias, y ningún estado de emergencia puede frenar si no se trabaja de verdad para resolver ese grave problema. El atentado contra la casa de los padres de Christian Cueva, en Trujillo, es solo una muestra de que nadie está a salvo de la delincuencia.