La inflamación crónica puede afectar negativamente a varios sistemas del cuerpo y contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas. Además, puede desencadenar molestias diarias, como dolor, fatiga y otros síntomas que afectan la calidad de vida. Reducir la inflamación es una estrategia clave para promover la salud general y prevenir enfermedades a largo plazo. Con los siguientes consejos lo puedes lograr.

1. Evitar aceites refinados. Los aceite de maíz y de soja contienen ácidos grasos omega-6 en exceso lo cual puede contribuir a la inflamación. Opta por opciones saludables como el aceite de oliva extra virgen.

2. Reducir carnes rojas y embutidos. Estos alimentos contienen grasas saturadas y compuestos inflamatorios. Elige fuentes de proteínas vegetales, legumbres o tofu.

3. Limitar hidratos refinados. Los carbohidratos refinados, como el azúcar y la harina blanca, pueden aumentar la inflamación. En su lugar, consume granos enteros como avena o arroz integral, quinua, entre otros.

5. Beber té verde. Esta bebida es rica en catequinas, compuestos con propiedades antiinflamatorias. Incorporarla como una opción saludable de hidratación. Un consejo: que el té verde no sea tan cargado y no consumirlo después de las 3 pm.

7. Agregar granada. La granada es rica en antioxidantes, incluyendo los punicalaginas y antocianinas, que ayuda a reducir la inflamación y proteger contra enfermedades.

8. Disfrutar de frutos rojos. Fresas, arándanos, frambuesas y moras son ricos en antioxidantes y vitamina C, que pueden contribuir a la reducción de la inflamación.

9. Incorporar cúrcuma. Contiene curcumina, un compuesto con propiedades antiinflamatorias. Añádela a tus platos y guisos.

10. Haz una siesta, pero que no sobrepase los 20 a 30 minutos.

11. Exponte a la luz natural durante el día, al menos, por 15 minutos.

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