Sobrino, qué tristeza lo que está pasando con los incendios. Los incendios forestales se han extendido a 22 de los 24 departamentos de nuestro país, y la cantidad de incendios en lo que va del año duplica la del año pasado. Las pérdidas económicas son alarmantes: más de 3,000 hectáreas de cultivos, miles de animales y sus medios de alimentación, amenazas a las áreas arqueológicas que impulsan el turismo, daños a la salud por inhalación de humo y la pérdida de clases, e incluso de colegios, para los chicos.

Es cierto que la gran mayoría se origina por quemas para la agricultura, pero es importante entender el rol del cambio climático: las sequías y temperaturas más altas facilitan que el fuego se expanda rápidamente y se haga más difícil de controlar. ¡Esto solo va a empeorar con los años si no estamos preparados!

Por eso es tan importante enfocarnos en la prevención y detección temprana de este tipo de desastres. Esto implica invertir en tecnología, pero también mejorar la gestión pública. ¡A ver, pues!

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