La ex primera dama Eliane Karp se fue a Israel y se burló de todos los peruanos que exigimos justicia, pues es casi imposible que la tengamos de vuelta en el Perú algún día. Ella sabe que si pisa nuestro suelo sería arrestada de inmediato por estar implicada en los actos de corrupción de su esposo Alejandro Toledo, el “sano y sagrado” que ahora está encerrado de manera preventiva en Barbadillo. Es evidente que acá hay responsabilidad de nuestro sistema de justicia que no logró a tiempo que la señora Karp sea traída al Perú para que responda a la justicia. Ahora vivirá en Israel al amparo de su ascendencia y sabiendo que ese país no extradita a nadie. En resumen, estará allá feliz con la plata de la corrupción entregada por Odebrecht. Acá tenemos a otro triste personaje que se promocionó como una luchadora contra la corrupción, que al final, terminará sus días nadando en dólares inmundos como los que usó junto a Toledo para pagar fianzas y estudios de abogados en Estados Unidos para evitar su extradición. ¿Dónde están los responsable?