Muy fea la acusación que ha lanzado la exministra de Salud y exjefa de Essalud, Rosa Gutiérrez, a la presidenta Dina Boluarte. Ha dicho que la llamó a pedirle que no despida o al menos postergue la salida del entonces gerente general del Seguro Social, Iván Pereyra, sobre quien hay señalamientos por presunta corrupción.

Esto ha generado un remezón político en el que poco o nada tiene que ver el asegurado que sufre por recibir atención médica por la que paga o ha pagado muchos años. ¿Quién ve por ellos mientras en le cumbre del poder se sacan los ojos?

El ciudadano de a pie tiene derecho a indignarse al ver que el Gobierno hace todo menos ponerlo por delante y brindarle la atención que merece.

Lástima que desde hace varios años Essalud camine a la deriva, sin una jefatura sólida y sostenida en el tiempo que sea capaz de hacer una buena gestión y que no se dedique a robar o a gozar de ciertas gollerías, al ser una institución en la que siempre falta todo.

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