Los vecinos del Callao se equivocaron de plano al elegir como su gobernador regional al médico Ciro Castillo-Rojo, quien en seis meses de gestión ha demostrado largamente que el cargo le ha quedado inmenso y que solo sabe estar metido en escándalos que lo vinculan con execrables actos de corrupción en una jurisdicción con millonarios recursos e instalaciones estratégicas al albergar al puerto y el aeropuerto más grandes del país. Este señor se hizo conocido por la trágica muerte de su hijo hace más de una década, y desde ese lamentable hecho el caballero no ha hecho más que postular a cargos públicos hasta que a fines del año pasado lo eligieron como máxima autoridad de los chalacos, que confundieron las cosas al votar por este personaje, quizá creyendo que de esa forma se solidarizaban con el drama que le tocó vivir por la desaparición y muerte de su hijo en el Cañón de Colca. Solo queda investigar y de comprobarse lo que parece evidente, no queda más que mandarlo a su casa.