Los taxis colectivos operan en Lima y otras ciudades del país al margen de la ley, por lo que cualquier intento por “empadronarlos” o legalizarlos, como se pretende en la Municipalidad de Lima y el Congreso, respectivamente, es un absoluto despropósito que huele no solo a populismo, sino también a irresponsabilidad con los ciudadanos. Frente a los taxis colectivos que circulan en Lima solo queda erradicarlos con la ley en la mano y fomentar la circulación de unidades formales que den a los usuarios un servicio seguro, limpio, ordenado y de acuerdo a los estándares de cualquier país civilizado. Días atrás, OJO publicó la cantidad de delitos registrados en los taxis colectivos y la data es alarmante. Esto se debe a la falta de control por tratarse de unidades informales. Cualquier indicio de legalización de ese tipo de vehículo será un triunfo de la informalidad y la ilegalidad, algo que no se puede permitir en nuestro Perú. El que trabaje transportando vidas humanas debe hacerlo desde el lado de la ley.