En la lucha contra la delincuencia y la inseguridad, es fundamental ejecutar una limpieza profunda en la Policía Nacional. El Ministerio del Interior debe dar de baja a los malos elementos que manchan el buen trabajo de la institución. Tal es el caso de aquellos policías que siembran delitos o ejecutan falsos operativos para extorsionar a los detenidos, quienes se ven obligados a pagar grandes montos de dinero a cambio de su libertad. Tal es el caso del jefe de la comisaría de Apolo, comandante Daniel Roldán Santos, y sus subalternos de la misma delegación, el brigadier Jhon Olivares y el suboficial Briam Campos, quienes fueron intervenidos por los presuntos delitos de cohecho en el ejercicio de la función policial y falsedad genérica. Se les acusa de solicitar 2500 soles a un chofer en estado de ebriedad para no detenerlo. Este es solo un caso reportado ayer, pero hay más policías implicados en bandas de secuestradores y extorsionadores. Es urgente que la población recupere la fe en su Policía, para ello, es preciso hacer una purga de los malos oficiales.