Se inició el año escolar en la mayoría de planteles públicos y es momento de hacer un llamado a los conductores particulares y a los que se ganan la vida detrás del volante para que tengan en cuenta la necesidad de desplazarse con cuidado en ciudades donde la congestión vehicular lleva a que muchas veces los choferes pisen el acelerador y pongan en riesgo a niños y adolescentes a los que todos debemos proteger. Los escolares andan en movilidades o a pie, y no tienen por qué estar expuestos a los malos conductores, especialmente a los que no respetan las señales de tránsito. Desde acá, un especial llamado a los conductores de unidades de transporte público que hacen infames carreras para no perder dos o tres soles. Su mala acción puede costar la vida de un pequeño que en la mañana salió a estudiar y es esperado en la tarde por sus padres en casa. Lo que menos queremos en este diario es tener que informar a nuestros lectores de una tragedia de este tipo.

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