Sada Goray, Salatiel Marrufo y Mauricio Fernandini tuvieron ayer una gran oportunidad de decir “su verdad” ante la Comisión de Fiscalización del Congreso y el país, sobre el caso de corrupción en que están inmersos y que implica incluso al golpista Pedro Castillo, quien habría sido el destinatario final de la coima. Sin embargo, optaron por no ir a la citación. Si algo tienen que decir sobre los actos de corrupción que se les atribuye pudieron tener una gran tribuna para hablar y salvar su pellejo, si es que pueden, pero no. Simplemente han optado por actuar como la mayoría de los miembros de la banda de Castillo, apelando al silencio. Sin duda este inmundo caso de corrupción recién lo estamos conociendo y dará para mucho más. Sería bueno saber, por ejemplo, quiénes más están implicados en estos hechos que demuestran que cuando en el Estado hay corruptos, en el sector privado hay corruptores que también merecen la cárcel.