Pedro Castillo se jacta de que es profesor, “maestro de escuela rural” para ser más específicos, ¿verdad? Así las cosas, lo mínimo que se le pide es que haga un esfuerzo para entender que 2+2 es 4, no 5, y que los libros desecharán cuentos como “El niño y el pollo” o “El tamborcito” para dedicarle páginas como el peor presidente de la historia si no corrige sobre lo escrito y hecho hasta el momento desde Palacio de Gobierno. No vamos a defender a ultranza al Congreso de la República porque es evidente que tampoco ha estado a la altura de las demandas del país, pero resulta un teorema -o sea algo totalmente demostrable- que desde el inicio Castillo Terrones ha mostrado una mediocridad sin precedentes, aunada a cada vez más evidentes signos de corrupción a su alrededor. Ahora tiene al Perú en una gravísima crisis institucional por su falta de comprensión de las vías democráticas y no son pocos los que creen que su cometido es patear el tablero. Cavaría su tumba política.