¿Sabía que el genio del Renacimiento Miguel Ángel Buonarroti tenía artrosis en las manos? No es ninguna leyenda. Incluso se ha realizado un estudio científico sobre su enfermedad, que se publicó en la revista Journal of the Royal Society of Medicine, analizando en detalle la patología que sufría. En un retrato que realizaron al genio en 1535 se aprecian las deformidades características de la artrosis.

Se sabe que sufría intensísimos dolores, que le llevaron incluso a impedirle escribir. Lo curioso es cómo conseguía superarlos: pintando sus cuadros y cincelando el mármol para sus esculturas. Es decir, que lejos de evitar laborar con sus manos para evitar el dolor… ¡utilizarlas es lo que le calmaba!

Muchas personas que padecen dolores articulares evitan moverse por miedo a que sus problemas se agraven. Y, sin embargo, existen “actividades antiartrosis” que ayudan a las articulaciones a regenerarse y reforzarse. Se sabe que cada kilo que se pierde reduce en 4 kilos la presión sobre las rodillas y en 6 kilos la de las caderas. ¡Imagine el alivio para sus articulaciones!

Practicar deportes de bajo impacto como nadar, caminar, pasear en bicicleta. También son recomendables el aquagym y el taichi. Y según donde le afecte la artrosis, podrían ser convenientes ejercicios de fuerza para aumentar la musculatura de la zona afectada por esa patología. Asimismo, los ejercicios de estiramiento en los que se estiran todos los miembros son especialmente adecuados contra los dolores articulares.

Pero, ojo, no se lance sin más a hacer todo ello. Es de gran importancia calentar antes. Hacer movimientos suaves como elevar los hombros, girar la cabeza, mover los brazos en círculo o inclinar el cuerpo hacia delante y hacia los lados permite ponerse en marcha sin gran esfuerzo. Así que ya sabe, para calmar la artrosis, emule a Miguel Ángel.

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