El reflujo gástrico o gastroesofágico ocurre cuando el músculo esfínter, de la parte superior del estómago, se relaja en el momento incorrecto y permite el pase del ácido hacia el esófago generando síntomas como ardor, acidez y sensación de retorno de alimento hacia la boca. Este esfínter funciona como una compuerta, que se abre y cierra, para recibir el bolo alimenticio.

Hay condiciones que favorecen la presencia de reflujo, entre ellas, la obesidad, el embarazo, el síndrome de colon irritable, estreñimiento, bulimia, el uso de sonda naso gástrica o factores que inhiben la presión del esfínter. También lo ocasionan los medicamentos, el tabaquismo o, por ejemplo, alimentos como el chocolate, cítricos, menta, nuez moscada, plátano, té, café y bebidas con alcohol.

Otra causa frecuente es la distensión del estómago por exceso de gases, muchas veces provocado por aerofagia, es decir personas que tragan aire al masticar.

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