Al Hilal, el equipo del peruano André Carrillo, pasó a la gran final del Mundial de Clubes tras ganarle 3-2 al Flamengo este martes en Tánger, en un partido desafortunado para el campeón sudamericano; y ahora espera al ganador entre Real Madrid o Al Ahly.
Con un doblete de penal de Salem Al-Dawsari (4 y 45+9) y un tanto del argentino Luciano Vietto (70) el campeón asiático batió a un Flamengo en el que Pedro marcó un doblete (20 y 90+1).
Dos penales y una expulsión
Antes del arranque en el estadio Ibn Battouta se guardó un minuto de silencio por las víctimas del brutal terremoto de Turquía y Siria.
El partido empezó torcido para el Flamengo. Primera llegada y penal para el Al Hilal: el lateral derecho Mateuzinho, que ganó el puesto en el once al uruguayo Guillermo Varela, derribó a Vietto. Al-Dawsari no falló.
A continuación el equipo de Rio de Janeiro se hizo con el balón, intentando encontrar las fisuras a la defensa del Al Hilal con un cuarteto atacante cinco estrellas formado por el uruguayo Giorgian de Arrascaeta, Everton Ribeiro, Gabriel Barbosa y Pedro.
El Al Hilal del argentino Ramón Díaz también mostraba sus cartas con un equipo bien ofensivo. Junto a Vietto, el peruano André Carrillo, el goleador Al-Dawsari, Moussa Marega y Odion Ighalo.
A los 20 minutos el ‘Mengão’ encontró la recompensa cuando Mateuzinho jugó con Pedro, que soltó un inesperado latigazo de primeras imparable al segundo palo cuando todo el mundo esperaba que controlara el balón.
El gol dio tranquilidad al campeón de Sudamérica. Tras el susto inicial parecía que empezaba un nuevo partido de 70 minutos.
Al final del primer periodo el Al Hilal despertó pero sin inquietar al arquero Santos hasta que se encontró con otro regalo, un pisotón en el área de Gerson que el árbitro sancionó con la segunda amarilla al centrocampista brasileño y un nuevo penal.
En el 45+9 Al-Dawsari, que cambió el lado de su lanzamiento y disparó con suavidad, selló su doblete desde el punto fatídico.
Los jugadores del Flamengo se fueron al vestuario en el descanso quejándose de lo que consideraron un excesivo castigo por parte del árbitro rumano Istvan Kovacs.
Con un gol por debajo y un jugador menos, el Flamengo necesitaba una machada para jugar el sábado la final en Rabat.
El técnico portugués Vitor Pereira decidió retirar al talentoso De Arrascaeta y dar entrada al chileño Erick Pulgar.
Pedro, doblete sin premio
La calidad del grupo brasileño le mantenía en el partido, pero la ocasión más clara en este tramo la tuvo el Al Hilal a la hora de juego.
Marega alcanzó la línea de fondo, dio el pase de la muerte y el remate de Carrillo se fue al larguero.
Cuatro minutos después el Flamengo tuvo el empate, pero ‘Gabigol’ no estuvo a la altura de su prestigio con un remate con el hombro cuando estaba solo.
Finalmente el Al Hilal sentenció en una transición bien templada. El balón acabó en las botas de Vietto que controló y encontró el hueco en la escuadra desde el pico del área pequeña.
A la desesperada, el campeón de la Libertadores intentó el milagro buscando con balones largos a Pedro, que aprovechó un rechace para igualar con el tiempo cumplido.
Con seis minutos de prolongación, el Flamengo no fue capaz de marcar el gol que hubiera llevado el partido a la prórroga.