En medio de intensos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad frente al Congreso en Buenos Aires, ocho personas fueron detenidas y siete agentes resultaron heridos, según informó el Gobierno argentino.
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Los disturbios se produjeron durante el debate de la ‘ley ómnibus’ en la Cámara baja, proyecto impulsado por el presidente Javier Milei, quien busca asumir facultades legislativas en un período de emergencia múltiple.
El portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, describió la tarea de las fuerzas de seguridad como “titánica” y afirmó que lograron detener a los violentos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldó la acción policial, destacando que evitó un “desorden total”.
La tensión se intensificó el jueves, cuando las fuerzas de seguridad, siguiendo el protocolo establecido por el Gobierno de Milei, utilizaron balas de goma, camiones hidrantes y gas pimienta para disuadir a los manifestantes.
“No estamos dispuestos a que un ‘grupito’ de violentos intente o quiera o logre frenar un debate legislativo”, declaró Adorni. Sin embargo, no hizo mención a los periodistas y trabajadores de prensa que resultaron lesionados durante su trabajo, según el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa). Y reafirmó que el Gobierno está comprometido con la libertad de prensa.
Las acciones policiales durante la protesta ha sido fuertemente criticadas por la izquierda, el peronismo y organismos independientes como la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, que pidió una investigación sobre posibles delitos cometidos por las fuerzas de seguridad.
