Más de 200 millones de vacunas contra el COVID-19 han sido administradas en todo el mundo, sin embargo, el 75% se dieron en 10 países ricos, según declaraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, países de medianos y bajos ingresos piden suspender temporalmente la patente de la dosis para poder producirla masivamente y así salvar más vidas.
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Los expertos aseguran que para detener esta pandemia se requiere de una respuesta global, porque no se puede acabar con la crisis si sólo unos cuantos países tienen a su población vacunada de forma masiva.
Producción masiva
Las naciones de medianos y bajos ingresos piden a la Organización Mundial de Comercio (OMC) -el organismo que rige los acuerdos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio- un permiso de los derechos de propiedad para producir masivamente y de forma accesible las vacunas para el coronavirus.
Sin embargo, los países ricos, incluidos Reino Unido, Estados Unidos, Suiza y naciones europeas, se oponen a la propuesta, presentada por Sudáfrica e India y apoyada por decenas de países en desarrollo.
El argumento de la oposición es que, esas patentes son necesarias para incentivar la investigación y el desarrollo de medicamentos.
Diez países
Hasta el momento solo algunos países de altos ingresos han tenido accesos a las inoculaciones, así lo confirmó la OMS en sus declaraciones en febrero, quienes mencionaron que el 75% de las inoculaciones se dieron en 10 países ricos.
Asimismo, el profesor de Salud Global y Política Pública de la Universidad de Duke, Estados Unidos, Gavin Yamey, afirma que, en unos 130 países, donde viven más de 2.500 millones de personas, no se ha recibido ni una sola vacuna.
“Ha sido sumamente deprimente ver cómo las naciones ricas han vaciado las estanterías. Se han arrebatado las vacunas básicamente diciendo ‘yo primero’ y ‘sólo yo’ y esto no solo es muy injusto, también es una actitud terrible de salud pública”, le dijo el experto a la BBC.
Por ello, se han presentado propuestas para que las farmacéuticas suspendan temporalmente las patentes de sus vacunas y compartan su conocimiento tecnológico para poder acabar con lo que los expertos llaman “apartheid de vacunas”.
Barreras
Asimismo, los expertos señalan que, si se logrará suspender temporalmente las patentes, no sería suficiente para acelerar el acceso global de las vacunas.
“No creo que la suspensión de patentes sea la respuesta, pues las vacunas son productos mucho más complejos de fabricar que otras medicinas“, le dice a BBC Mundo Rory Horner, profesor del Instituto de Desarrollo Global de la Universidad de Manchester, Inglaterra, quien ha estado investigando la industria farmacéutica de India y África subsahariana.
Para que los laboratorios de los países de medianos y bajos ingresos puedan producir las vacunas contra la covid necesitan conocimientos técnicos, que muchas veces se mantienen como secretos comerciales de las farmacéuticas, y a menudo está protegida como datos confidenciales de la empresa dueña de la patente.
“Estamos hablando de barreras técnicas, además de las barreras legales, para poder aumentar la producción de vacunas del coronavirus”, le dice el profesor Horner al medio británico.
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