El líder supremo iraní, Ali Jameneí, ha pedido al primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, que no confíe en Estados Unidos porque ese país no pretende acabar con el grupo terrorista yihadista Estado Islámico (EI) y es contrario a las milicias chiíes.
"EEUU y algunos de sus lacayos en la región no buscan la erradicación de Dáesh (acrónimo en árabe del EI)", dijo Jameneí en una reunión anoche en Teherán con Al Abadi, según un comunicado de su oficina.
El ayatolá iraní denunció que el EI fue creado con "el apoyo y la financiación" de EEUU y sus aliados, que quieren tener al grupo terrorista "en la palma de sus manos, controlándolo para que permanezca en Irak".
También advirtió de que el rechazo estadounidense a las milicias chiíes Multitud Popular, respaldadas por Teherán, muestra que Washington "quiere que Irak pierda su principal elemento de fuerza".
Jameneí insistió asimismo en que Bagdad debe estar atento a los movimientos de EEUU, como el envío de tropas, porque ese país "se opone a la independencia, identidad y unidad" de Irak.
Por su parte, Al Abadi agradeció a Teherán su apoyo a Irak en la lucha contra el terrorismo y solicitó que este continúe una vez que se acabe con el EI, según las declaraciones difundidas por los medios oficiales iraníes.
El jefe de Gobierno iraquí también se entrevistó en Teherán con el presidente iraní, Hasan Rohaní, con quien habló asimismo de ampliar las relaciones y la colaboración en materia antiterrorista.
Rohaní aseguró durante el encuentro que el aumento del terrorismo en Oriente Medio forma parte de un plan de Israel.
"La lucha contra el terrorismo no debe causar el olvido de la cuestión de Jerusalén ni del peligro que constituye el régimen sionista en la región", remarcó.
El presidente felicitó al Ejército iraquí por sus avances en la ciudad septentrional de Mosul, feudo de los yihadistas, cuya caída representará -agregó- "un símbolo" del fin del terrorismo.
La visita de Al Abadi a Teherán se enmarca en una gira región que también incluye Arabia Saudí, el gran rival de Irán, y Kuwait.
La visita de Al Abadi a Teherán se enmarca en una gira región que también incluye Arabia Saudí, el gran rival de Irán, y Kuwait.