Brasil y Argentina rechazaron ayer la decisión del Gobierno venezolano de revocar la autorización que tenía el gobierno brasileño de representar los intereses argentinos en Caracas y custodiar sus instalaciones diplomáticas.

Brasil indicó que “permanecerá con la custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que el gobierno de Javier Milei designe a otro Estado aceptable” para el régimen de Nicolás Maduro.

“Argentina advierte al gobierno venezolano que debe respetar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que consagra la inviolabilidad de los locales de las misiones”, precisó por su parte el gobierno de Javier Milei.

Se denuncio que desde la noche del viernes agentes de seguridad han cercado la embajada de Argentina en Caracas, “tomado” los accesos a la misma y cortado la electricidad.

“Cualquier intento de intromisión o de secuestro de los asilados que permanecen en nuestra residencia oficial será condenado duramente por la comunidad internacional”, añade el comunicado argentino.

Se agrava la pelea

Este episodio también supone un nuevo punto de fricción en la relación entre Luiz Inácio Lula da Silva, gobernante de Brasil, y Nicolás Maduro, que se ha desgastado en los últimos meses. Lula no reconoce a Maduro como ganador de las recientes elecciones. Además, Brasil administra la embajada peruana en Caracas.

Varios gobiernos, como de Chile y Paraguay, condenaron la actitud del chavista y se solidarizaron con Brasil y Argentina.