El papa Francisco padece una infección en las vías respiratorias y una “leve fiebre”, informó ayer la Santa Sede, después de haber sido hospitalizado en Roma debido a una bronquitis.
“El Santo Padre, tras la persistencia de la bronquitis de estos días, se ha sometido a unos análisis especializados y ha comenzado la terapia farmacológica hospitalaria”, precisa el breve comunicado del Vaticano.
Los primeros resultados, agrega, “demuestran una infección en las vías respiratorias”. “Sus condiciones clínicas son discretas. Presenta una alteración febril leve”, termina.
El pontífice argentino, de 88 años, fue internado ayer en el Policlínico Gemelli de Roma por una bronquitis que en los últimos días le había imposibilitado leer algunos discursos. El Policlínico tiene un ambiente preparado para el pontífice que incluye una capilla.
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Suspende todas sus actividades
Debido a su delicado estado de salud, se ha suspendido su participación en audiencias hasta el próximo lunes, como su presencia en el Jubileo de los artistas o su visita a los estudios cinematográficos romanos de Cinecittà.
A principios de febrero el papa sufrió un “fuerte resfriado”, como él mismo dijo en la audiencia general del 5 de febrero y en los días sucesivos mantuvo sus audiencias, pero en su residencia, la Casa Santa Marta. Esta es la cuarta vez que el papa tiene que ser hospitalizado en el Gemelli.
El papa argentino sufre males a la rodilla, usa silla de ruedas, fue operado tiempo atrás al colon y de una hernia abdominal.