La primera ministra británica, Theresa May, defendió hoy el acuerdo internacional sobre el desarrollo nuclear de Irán durante una reunión en Londres con su homólogo de Israel, Benjamín Netanyahu, quien abogó por nuevas sanciones contra Teherán.
En el primer encuentro entre ambos mandatarios, la jefa del Gobierno británico dejó "claro" el apoyo del Reino Unido al texto que firmaron seis grandes potencias en 2015 para limitar el programa atómico de Irán, según detalló tras la reunión una portavoz de Downing Street, el despacho de la primera ministra.
Para May, el pacto firmado por EEUU, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania, sirvió para "neutralizar" la posibilidad de que Irán armara a su Ejército con dispositivos nucleares, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que pesaban contra el país.
Con todo, la primera ministra admitió ante Netanyahu que es necesario "estar alerta" sobre las actividades de Irán que puedan "desestabilizar la región", ante la reciente prueba de un misil de medio alcance por parte de la República Islámica.
Frente a las cámaras que esperaban su llegada a la residencia de la jefa de Gobierno en Londres, el mandatario israelí declaró antes del encuentro que Teherán busca "aniquilar" a su país, quiere "conquistar Oriente Medio" y supone asimismo una amenaza para Europa y el mundo.
Por ese motivo, argumentó, los países "responsables" deberían seguir el ejemplo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, e imponer nuevas sanciones contra Irán, para asegurarse de que "ninguna agresión queda sin respuesta".
Durante su encuentro en Downing Street, May trasladó asimismo a Netanyahu su convicción de que la expansión de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos "minan la confianza" en una solución política al conflicto entre Israel y Palestina.
Una semana después de que el Gobierno israelí aprobara la construcción de 3.000 nuevas viviendas en colonias en territorios palestinos de Cisjordania, la mandataria británica reiteró que esas medidas frenan los esfuerzos para lograr una solución de "dos Estados".
"Queremos trabajar con Israel como amigos, reconocer su derecho a liberarse del terrorismo, pero también queremos ser claros acerca de nuestra preocupación ante su postura" sobre los asentamientos, afirmó la portavoz de la primera ministra.
Netanyahu sostuvo que los "cambios regionales y globales" que se están produciendo podrían proporcionar oportunidades para avanzar hacia el fin del conflicto.
"Compartimos el deseo de alcanzar la paz, ese es nuestro sueño desde el primer día. Nunca nos daremos por vencidos en nuestro deseo de paz con todos nuestros vecinos", aseguró el político israelí.
En la agenda de May ocupaba asimismo un lugar relevante establecer los primeros contactos para negociar un acuerdo de libre comercio entre Israel y el Reino Unido una vez que Londres haya abandonado la Unión Europea, previsiblemente al inicio de 2019.
La líder conservadora ha indicado que el Reino Unido está dispuesto a abandonar el mercado único europeo y la unión aduanera, y ha subrayado que quiere hacer de su país al "campeón del libre comercio" una vez rompa sus lazos con Bruselas.
En ese sentido, May y Netanyahu acordaron establecer un grupo de trabajo que estudie posibles acuerdos comerciales bilaterales, que en cualquier caso el Reino Unido deberá firmar una vez esté fuera de la UE.
Según Downing Street, la cooperación entre ambos países cubre un "amplio espectro" de ámbitos, entre ellos la innovación y la tecnología, así como la defensa y la seguridad.
El líder israelí coincidió en que la colaboración con el Reino Unido contribuirá a la "prosperidad" de ambos países, y destacó que el trabajo conjunto en ciberseguridad permitirá mejorar la protección de los ciudadanos.
La primera ministra invitó a Netanyahu a participar en los actos previstos en noviembre para conmemorar los cien años desde la firma de la Declaración de Balfour, en la que el entonces ministro de Exteriores británico, Arthur James Balfour, respaldó la creación de un Estado judío en Oriente Medio.
La primera ministra británica, Theresa May, defendió hoy el acuerdo internacional sobre el desarrollo nuclear de Irán durante una reunión en Londres con su homólogo de Israel, Benjamín Netanyahu, quien abogó por nuevas sanciones contra Teherán.
En el primer encuentro entre ambos mandatarios, la jefa del Gobierno británico dejó "claro" el apoyo del Reino Unido al texto que firmaron seis grandes potencias en 2015 para limitar el programa atómico de Irán, según detalló tras la reunión una portavoz de Downing Street, el despacho de la primera ministra.
Para May, el pacto firmado por EEUU, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania, sirvió para "neutralizar" la posibilidad de que Irán armara a su Ejército con dispositivos nucleares, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que pesaban contra el país.
Con todo, la primera ministra admitió ante Netanyahu que es necesario "estar alerta" sobre las actividades de Irán que puedan "desestabilizar la región", ante la reciente prueba de un misil de medio alcance por parte de la República Islámica.
Frente a las cámaras que esperaban su llegada a la residencia de la jefa de Gobierno en Londres, el mandatario israelí declaró antes del encuentro que Teherán busca "aniquilar" a su país, quiere "conquistar Oriente Medio" y supone asimismo una amenaza para Europa y el mundo.
Por ese motivo, argumentó, los países "responsables" deberían seguir el ejemplo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, e imponer nuevas sanciones contra Irán, para asegurarse de que "ninguna agresión queda sin respuesta".
Durante su encuentro en Downing Street, May trasladó asimismo a Netanyahu su convicción de que la expansión de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos "minan la confianza" en una solución política al conflicto entre Israel y Palestina.
Una semana después de que el Gobierno israelí aprobara la construcción de 3.000 nuevas viviendas en colonias en territorios palestinos de Cisjordania, la mandataria británica reiteró que esas medidas frenan los esfuerzos para lograr una solución de "dos Estados".
"Queremos trabajar con Israel como amigos, reconocer su derecho a liberarse del terrorismo, pero también queremos ser claros acerca de nuestra preocupación ante su postura" sobre los asentamientos, afirmó la portavoz de la primera ministra.
Netanyahu sostuvo que los "cambios regionales y globales" que se están produciendo podrían proporcionar oportunidades para avanzar hacia el fin del conflicto.
"Compartimos el deseo de alcanzar la paz, ese es nuestro sueño desde el primer día. Nunca nos daremos por vencidos en nuestro deseo de paz con todos nuestros vecinos", aseguró el político israelí.
En la agenda de May ocupaba asimismo un lugar relevante establecer los primeros contactos para negociar un acuerdo de libre comercio entre Israel y el Reino Unido una vez que Londres haya abandonado la Unión Europea, previsiblemente al inicio de 2019.
La líder conservadora ha indicado que el Reino Unido está dispuesto a abandonar el mercado único europeo y la unión aduanera, y ha subrayado que quiere hacer de su país al "campeón del libre comercio" una vez rompa sus lazos con Bruselas.
En ese sentido, May y Netanyahu acordaron establecer un grupo de trabajo que estudie posibles acuerdos comerciales bilaterales, que en cualquier caso el Reino Unido deberá firmar una vez esté fuera de la UE.
Según Downing Street, la cooperación entre ambos países cubre un "amplio espectro" de ámbitos, entre ellos la innovación y la tecnología, así como la defensa y la seguridad.
El líder israelí coincidió en que la colaboración con el Reino Unido contribuirá a la "prosperidad" de ambos países, y destacó que el trabajo conjunto en ciberseguridad permitirá mejorar la protección de los ciudadanos.
La primera ministra invitó a Netanyahu a participar en los actos previstos en noviembre para conmemorar los cien años desde la firma de la Declaración de Balfour, en la que el entonces ministro de Exteriores británico, Arthur James Balfour, respaldó la creación de un Estado judío en Oriente Medio.