A pesar de que no son visibles a simple vista, de acuerdo a estudios ácaros microscópicos, criaturas de ocho patas semejantes a arañas pasan toda su vida en nuestras caras. Allí comen, se aparean y, finalmente, mueren.
TIPOS
Existen dos especies de ácaros que se alojan en el rostro: el Demodex folliculorum y el Demodex brevis. Ambos pertenecen a los artrópodos, el grupo que incluye animales de piernas articuladas como insectos y cangrejos. Al ser ácaros, sus parientes más cercanos son las arañas y garrapatas.
El Demodex tienen ocho patas cortas y rechonchas cerca de su cabeza. Su cuerpo es alargado como una lombriz. El D. folliculurom vive en los poros y los folículos de tus pelos, mientras que el D. brevis prefiere asentarse en tus grasosas glándulas sebáceas.
En comparación con otras partes del cuerpo, tu rostro tiene poros más grandes y numerosas glándulas sebáceas, lo que puede explicar por qué los ácaros suelen vivir ahí, aunque también se les encuentra en otros lugares como genitales y pechos.
¿DE QUÉ SE ALIMENTAN?
Un estudio Megan Thoemmes de la Universidad State en Raleigh (EE.UU) en 2014, y sus colegas hallaron, como en investigaciones anteriores, que cerca del 14% de las personas tienen ácaros visibles.
Sin embargo, no está claro qué obtienen de nosotros. Ni siquiera sabemos con certeza de qué se alimentan.
"Alguna personas creen que se comen las bacterias en la piel", señala Thoemmes. "Otras piensan que comen las células muertas de la piel o la grasa de las glándulas sebáceas".
En la actualidad, Thoemmes y sus colegas estudian los microorganismos que viven en las tripas de los ácaros. Eso podría ayudar a determinar su dieta.
Tampoco sabemos muchos sobre sus características reproductivas. Otras especies de ácaros practican desde el incesto hasta el canibalismo sexual, el matricidio y el fratricidio. Lo que sí se sabe con certeza es que colocan sus huevos alrededor del poro donde viven.
"Sus huevos son bastante grandes, de un tercio a la mitad del tamaño de su cuerpo", destaca Thoemmes. "Probablemente depositan uno a la vez, ya que no me puedo imaginar que les pueden caber más".
Y hablando de objetos que los Demodex necesitan expulsar de sus cuerpos, estos ácaros no tienen ano, pero de todos modos tienen que defecar.
Así que esos desechos se van guardando hasta su muerte cuando explotan, degradándose en tu cara.
Eso puede sonar horrible pero, sorprendentemente, parece que los ácaros no son dañinos.
"Si tuviésemos una fuerte respuesta negativa, estaríamos viéndola en una mayor cantidad de personas", dice Thoemmes.
ROSÁCEA
Lo que sí se ha relacionado con los ácaros es un problema en la piel llamado rosácea, que afecta principalmente a la cara. Comienza con un enrojecimiento antes de avanzar a una irritación permanente, manchas y una sensación de ardor o escozor.
Los estudios han mostrado que quienes la sufren tienden a tener más ácaros Demodex. En vez de uno o dos por centímetro cuadrado de piel, el número aumenta de 10 a 20.
"Están involucrados en la rosácea, pero no la provocan", aclara Kevin Kavanagh de la Universidad Maynooth en Irlanda.