Cientos de miles de peregrinos acudieron el sábado último a la Basílica de Guadalupe en busca de consuelo, pagar un milagro o por tradición, al conmemorarse el 490 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.

Minutos antes de las 12 de la noche,

“Es una peregrinación que lleva 15 años. Venimos de aquí del centro de la zona de La Merced; que nos dé mucha salud y que ya termine esto de la pandemia”, pidió Armando Pasos, quien venía en una peregrinación desde Peralvillo.

Por segundo año consecutivo, la pandemia de Covid-19 obligó a modificar la forma de rendir culto a la Virgen. En esta ocasión, los peregrinos fueron conducidos por brigadas de la Basílica y de la alcaldía Gustavo A. Madero directamente debajo de la imagen de la guadalupana, sin posibilidad de permanecer dentro del santuario mariano.

Solo dos o tres minutos ante la Virgen

La presencia de los peregrinos en el interior del templo de redujo a los dos o tres minutos que tardaban en bajar al basamento, abordar la banda sin fin que cruza debajo de la imagen de la Virgen, y finalmente salir del templo.

El secretario de Gobierno, Martí Batres, calculó que unos tres millones de peregrinos llegaron entre el 1 de diciembre y sábado 11, muy lejos de los 10 millones de asistentes que se calculaban para el mismo periodo en años previos a la pandemia.