Sarah Gilbert, una científica británica, lidera el equipo especial de la vacuna experimental de la Universidad de Oxford en el . Y es que esta es una de las vacunas más prometedoras en el mundo contra el  Lo que sorprendió a propios y extraños, es que la especialista no dudó de los avances y decidió inyectársela a sus propios hijos.

La mujer de 53 años afirma sentirse muy orgullosa por haber superado con éxito la primera fase del estudio contra el coronavirus, enfermedad que viene cobrando la vida de muchísimas personas alrededor del mundo.

Gilbert y su equipo, conformado por 300 investigadores de dicha universidad, han visto la manera de avanzar lo más rápido posible, pues “muchos de los pasos del desarrollo de una vacuna que normalmente toman unos cinco años”.

“Y lo hemos hecho en cuatro meses”, confirmó Sarah. Su compromiso con su trabajo para sacar adelante su vacuna es tanta que autorizó a que sus trillizos participen de los ensayos clínicos.

Sus tres hijos de 22 años son estudiantes de bioquímica, y como Gilbert necesitaba de voluntarios, jóvenes sanos entre 18 y 55 años, accedió que fueran parte del grupo.

“La verdad es que no tuvimos demasiado tiempo para discutirlo porque yo no pasaba mucho tiempo en casa en aquella época. Conocemos el perfil de los efectos adversos que puede tener y sabemos la dosis que tenemos que utilizar, lo hemos hecho muchas veces antes. Obviamente estamos haciendo pruebas de seguridad, pero no nos preocupan”, indicó Gilbert.

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