Un hecho desdeñable ocurrió en Argentina en tiempos de pandemia. Un sacerdote de nombre Gabriel Coon confirmó haberse saltado la fila para recibir antes la vacuna contra el coronavirus o Covid-19.
El penoso hecho se produjo en la ciudad argentina de Ezeiza durante el mes de enero cuando se distribuían las vacunas Sputnik V destinadas para el persona médico que está en la primera fila y adultos mayores.
De acuerdo al diario Clarín, el sacerdote de 51 años de edad habría aprovechado de su tarea pastoral para pedir en el Hospital de Ezeiza que fuera inmunizado.
Tras la polémica, el párroco emitió un comunicado que fue compartido en la cuenta de Facebook.
“En el mes de enero del 2021 fui vacunado en el Hospital de Ezeiza, lo que me permitió continuar con mi tarea y evitar a las personas a la que debía auxiliar el riesgo de la enfermedad No creí ni creo haber ocupado el lugar a nadie, continúo acompañando y ayudando a nuestros equipos sanitarios en la zona, con el objeto de auxiliar espiritualmente a todos los enfermos y necesitados”, expresó el sacerdote.
De igual manera, el sacerdote aclaró que no está vinculado con ningún político y argumentó que lo hizo para continuar con sus labores.
“No pertenezco a fuerza política alguna: tengo mis opiniones e ideas, como todos los ciudadanos del país… visito con asiduidad los centros de salud, salitas barriales visitando a los médicos y enfermeros, especialmente el Hospital de Ezeiza”, sentencia.