Su mirada conquistó al tribunal. Después de 40 minutos de deliberación, la sentencia absuelve a Clare Irby, acusada de escándalo público por emborracharse, pasearse medio desnuda por un avión y dejarse manosear por un pasajero a la vista de todo el mundo. Ella desmintió las acusaciones y el tribunal fue indulgente. Irby, británica de ilustre familia al ser hija de un conocido banquero y descendiente de la conocida familia Guinness, estaba acusada de haber bebido al menos 10 copas de vino. Contradiciendo su origen, eligió vino en vez de cerveza, distrajo sin duda a los pasajeros de un vuelo entre Bangalore (India) y Londres, pero no quedó probado nada más.