El cuerpo de un niño de dos años fue encontrado por su madre quien regresaba de trabajar. Junto al pequeño estaba una carta muy breve que revelaba el supuesto motivo del asesinato: “Lo siento. Su hijo vio algo que no debía ver. Tenemos a su hermano secuestrado”. Ocurrió en Paraguay.
El niño, identificado como Pedro Juan Caballero, fue encontrado por su madre en la recamara donde dormían juntos. Cerca del cadáver estaba la carta, mensaje escrito en una hoja de libreta.
La señora llamó a los servicios de emergencia, pero todo fue inútil. El reporte médico, realizado horas después, indicaba que el fallecimiento había ocurrió por asfixia.
El hermano de Pedro, que también estaba dentro de la casa cuando ocurrieron los hechos, estaba desaparecido y las autoridades se concentraron en encontrarlo con la esperanza que obtener más datos de los delincuentes; al final se descubriría una aterradora verdad sobre la muerte de Pedro.
La terrible verdad del asesinato
La carta dejada en el lugar del asesinato indicaba que el hermano mayor, de solo 14 años, estaba secuestrado por los mismos asesinos del niño; sin embargo, la historia daría un giro inesperado y el hermano terminaría confesando la verdad.
Tras un operativo por la zona la policía encontró al hermano y luego de interrogarlo confesó todo: él era el asesino.
Ambos estaban jugando en la casa cuando al hermano se le ocurrió colocar una almohada sobre la cara de Pedro, las cosas se salieron de control y el niño terminó muerto.
Ante el pánico que dominó la situación al joven se le ocurrió inventar la historia de un secuestro y huir de la casa.
Ahora el joven enfrenta cargos por homicidio y podría pasar varios años en una correccional de menores, las autoridades paraguayas han comentado que este es uno de los casos más tristes que han tenido en mucho tiempo.