Si eres de las personas que disfruta de unas donas todas las semanas, tienes algo por lo que preocuparte. Conoce tres principales consecuencias de incluir estos productos en tu dieta alimenticia:
1. A causa de que están elaboradas con harina blanca y carbohidratos refinados que aportan cantidades mínimas de fibras, las donas no son fuente de nutrientes que requiere el organismo.
2. Por los altos niveles de azúcar que aporta al el cuerpo, quienes las consumen tienen mayor predisposición de engordar. Las rosquillas, pese a su exquisito sabor, afecta cualquier rutina de entrenamiento físico que se efectúe.
3. Los problemas cardiovasculares no son ajenos a una dieta con donas debido a la grasa trans que contienen. Al incrementar los niveles de trigliceridos y colesterol, se obstruyen los conductos por donde circula la sangre.