A menudo la masturbación se relaciona con la práctica de proporcionarse placer a sí mismo. Sin embargo, incorporar este acto como parte del juego sexual contribuye a conocer mejor las zonas erógenas del cuerpo de su pareja. "Esta práctica es conocida como masturbación mutua”, detalla Sara Mendoza, especialista en sexualidad y salud reproductiva de APROPO.

1.- Te ayuda a descubrir donde sientes más placer.

2.- Estimular al compañero a través de este tipo de caricias marca el camino hacia el orgasmo. 

3.- Las zonas sensibles, en el caso de las mujeres, pueden ser el clítoris y los pezones; en el hombre los testículos, el perineo o el glande.

4.- Si por vergüenza no se atreve a practicar este acto debe saber que el proceso se puede desarrollar de forma lenta, es decir, que poco a poco y con práctica irá descubriendo que la masturbación es una nueva forma de vivir su sexualidad que además le permite variar y salir de la rutina.

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