Son varios los motivos por los que un adolescente decide no ducharse a diario. Desde pereza, rebeldía, hasta depresión. Por ello, la importancia de que los padres no pasen por alto esta conducta. En cualquier caso, si se percata que su hijo está adquiriendo nuevos hábitos de higiene que no son los mejores porque tiene un fuerte olor corporal, tome en cuenta las siguientes recomendaciones de la psicóloga Mary Castro de la Clínica Ricardo Palma.
PACIENCIA. En la adolescencia, los menores experimentan grandes cambios físicos, hormonales y emocionales. Por esta razón, mantenga la calma y opte por el diálogo pacífico. Converse con su hijo por qué la higiene previene el desarrollo de infecciones en la piel, entre otras enfermedades. “Explíquele la serie de cambios que se sufren en esta etapa y por qué ‘eso de echarse colonia para disimular el olor corporal no funciona’” , detalla la doctora Mary Castro.
EVITE LOS INSULTOS. Usar adjetivos para calificar la falta de higiene solo empeorará la situación. “Si le dice que es un apestoso o cochino terminará sintiéndose como tal y puede dañar su autoestima y confianza”, advierte la experta.
ESTABLEZCA UNA RUTINA. Si ordena las actividades que debe hacer su hijo, el baño solo será una de las cosas que debe hacer a lo largo del día.
CAMBIOS PAULATINOS. Poco a poco, incremente la cantidad de veces que su hijo deba bañarse a la semana. Dígale que confía en su palabra.
MONITORÉELO. Hágale un seguimiento a su hijo. Al ser un adolescente es normal que tenga cambios de humor que pueden ser síntomas de depresión. etc.
OJO AL DATO
La especialista advierte que un descuido en sus hábitos de higiene y arreglo personal también puede ser síntoma de baja autoestima.
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