Imagínese estar chateando con alguien que siempre reacciona a sus historias con emojis, comenta sus fotos y le envía mensajes directos e, incluso, fotos de su vida. Sin embargo, cuando le propone salir para conocerse mejor, siempre tiene excusas: está ocupada, su agenda está llena o dice estar enferma. Esto se conoce como breadcrumbing o migajas emocionales, una técnica de manipulación en la que alguien ofrece cariño de manera inconsistente, jugando con la ilusión de quien busca una conexión real.

CONSECUENCIAS. La psicóloga Alexandra Sabal de la Clínica Ricardo Palma explica que el breadcrumbing puede causar frustración y angustia en quien recibe señales mixtas, generando confusión, ansiedad, baja autoestima, desgaste emocional e incertidumbre, al estar constantemente a la expectativa de lo que sucederá con la persona que le gusta.

RECONOZCA LAS SEÑALES. Identificar si se es víctima del breadcrumbing puede ser confuso, pero hay señales claras. Estas incluyen comunicación inconsistente en redes sociales, que la persona aparezca y desaparezca sin explicación, muestre interés en citas que nunca se concretan o se cancelen de último minuto, y un coqueteo constante sin conversaciones profundas. Reconocer este comportamiento es crucial para poner fin a este tipo de maltrato psicológico.

ESTABLEZCA LÍMITES. Si reconoce esta conducta sea claro sobre lo que deseas y establezca límites; no dude en alejarse si te sientes herido. No ignore las señales de alerta, reconozca sus valores y reflexione sobre lo que realmente desea en una relación. Busque ayuda profesional, en caso que sea necesario.

ERA DIGITAL. La psicóloga Sabal advierte que la forma de relacionarse ha cambiado mucho en estos tiempos y puede ser muy tóxica para la salud emocional.

RELACIONES SALUDABLES. No espere que la otra persona cambie, ya que la relación probablemente no se volverá más significativa, y podría ser una experiencia dolorosa.

BIENESTAR. “Ante un caso de breadcrumbing priorice su tranquilidad. Practique el autocuidado para proteger su autoestima y sus sentimientos”, aconseja la experta.

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